De igual manera que Machu Picchu tiene a un Intipunku (que significa ‘Puerta del Sol” en quechua), Ollantaytambo también tiene una imponente Puerta del Sol. El Intipunku Ollantino es un portal de fina piedra labrada en el estilo Inka Imperial. Está ubicado en la orilla oeste del rio Vilcanota, en la cumbre de la montaña que le da la cara a Ollantaytambo, encima de las canteras de Cachiccata. Es de estas canteras de donde provienen las piedras megalíticas de granito rosado con las que se construyó el templo del sol del santuario arqueológico de Ollantaytambo.
Esta ruta solo es apta para gente a la que le gusta practicar el senderismo y tiene un estado físico moderado o avanzado. Es una ruta de trekking de 18 kilómetros de distancia ida y vuelta entre el Puente colgante Inka que cruza al río Vilcanota antes de la entrada de Ollantaytambo y la Puerta del sol. Lo que hace a esta actividad más desafiante es la vertiente de 1200 metros entre el rio e Intipunku.
Se parte desde Las Qolqas Eco Resort entre las 6 y las 8 de la mañana, dependiendo si quieren ver el amanecer sobre la pirámide Agrícola de Pacaritampu. La caminata empieza en el puente colgante inka que cruza al río Urubamba. Luego, se toma el sendero río abajo en dirección al norte. En los días claros, se pueden observar los primeros rayos de luz que iluminan al Templo del Sol en la cima de la fortaleza de Ollantaytambo. Esto es especialmente impactante en los días del solsticio de invierno alrededor del 21 de junio.
Subiendo durante aproximadamente una hora por el sendero se llega a la primera de las dos Canteras de Piedra de Cachiccata. Podrán divisar incontables chullpas, que son estructuras circulares de piedra de propósito funerario que conmemoran a los muchos que murieron labrando y transportando piedras. También a lo largo del camino se divisan numerosas ‘Piedras Cansadas”, bloques de piedra megalíticos dispersos a lo largo del camino. Estas son piedras abandonadas en plena ruta de la cantera al templo de Ollantaytambo, que tienden a validar la teoría de que la obra de construcción del templo paró repentinamente.
Siguiendo por el sendero se encuentra la parte más empinada con inclinaciones promedias de veinte grados. A una hora y media se encuentra la segunda cantera que es bastante más extensa que la primera. Vale la pena explorarla, ya que hay evidencia de que las piedras se labraban in-situ y se transportaban ya con una forma bien definida, antes de recibir los toques finales al ser colocadas en su paradero final. También hay una momia en una cueva y muchos rodillos con los que se transportaban piedras que pesaban más de cincuenta toneladas. Este es un buen lugar para detenerse a desayunar y para explorar las diversas formaciones de piedra.
Otra hora de ascenso por un sendero de rocas sueltas conduce a un asentamiento incaico donde probablemente vivían canteros. De aquí se observan unas vistas panorámicas de la pirámide agrícola de Pacaritampu y a solo 30 minutos se llega al destino final, el portal de Inti punku Ollantaytambo, un impresionante santuario que ofrece unas vistas impagables del Apu Verónica con su pico nevado. Este es un lugar muy místico donde se siente la energía de las montañas y ofrece unas vistas únicas.
La caminata está totalmente expuesta al sol y a la intemperie y el clima puede cambiar repentinamente. Aquí tiene nuestra recomendación:
Este paseo se puede hacer solo, pero recomendamos ir con un guía local ya que es fácil perderse muchos de los detalles que se aprecian en la ruta. Puede siempre contratarlo desde Las Qolqas Eco Resort enviándonos un email o a través de nuestra página de contacto.